La dictadura de Bashar al-Assad en Siria comenzó en el año 2000 y se caracterizó por la tremenda represión de la disidencia, la corrupción y sobre todo la violación de derechos humanos. La primavera árabe de 2011 inspiró una revuelta popular que Assad respondió con fuerza militar, desencadenando una guerra civil que ha causado centenares de miles de muertos y millones de desplazados.
Después de más de 50 años de la familia Assad en el poder, la caída del régimen de Bashar al-Assad ha generado una gran celebración entre los sirios dentro y fuera del país. Los refugiados sirios en el Líbano esperan y desean que Siria comience una nueva etapa.
La caída del régimen de Assad ha sido posible gracias al apoyo de países como Turquía, que ha proporcionado ayuda militar y financiera a los rebeldes. Sin embargo, la situación en Siria sigue siendo compleja y peligrosa, y es probable que la transición hacia un nuevo gobierno sea muy difícil.