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Pepe Mujica: El legado de un líder humilde que resonó en México y el mundo

PorYanis_R

May 16, 2025

Ayer, el mundo despidió a José Alberto Mujica Cordano, conocido como Pepe Mujica, quien falleció a los 89 años en Montevideo, Uruguay, tras una valiente lucha contra un cáncer de esófago que se complicó al extenderse al hígado. Exguerrillero, expresidente de Uruguay (2010-2015) y símbolo global de la humildad y la coherencia política, Mujica dejó un legado que trasciende fronteras, incluyendo a México, donde su figura es recordada con admiración por su autenticidad, sus reflexiones sobre la vida y su compromiso con la justicia social.

¿Quién fue Pepe Mujica?

Nacido el 20 de mayo de 1935 en un barrio obrero de Montevideo, Mujica creció en un entorno modesto que moldeó su visión del mundo. En su juventud, se unió al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, una guerrilla urbana que buscaba combatir la desigualdad en Uruguay durante los años 60. Su activismo lo llevó a pasar más de 13 años en prisión, gran parte en condiciones inhumanas, incluyendo largos periodos de aislamiento durante la dictadura militar (1973-1985). Estas experiencias forjaron su carácter y su filosofía de vida, centrada en la resiliencia y la empatía.
Tras la restauración de la democracia, Mujica incursionó en la política institucional, primero como diputado, luego como senador y ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (2005-2008). En 2010, asumió la presidencia de Uruguay liderando el Frente Amplio, una coalición de izquierda. Su mandato se destacó por políticas progresistas: legalizó el matrimonio igualitario, despenalizó el aborto y reguló el mercado del cannabis, posicionando a Uruguay como un referente en derechos humanos y libertades civiles.

Un presidente atípico

Mujica se ganó el apodo de “el presidente más pobre del mundo” por su estilo de vida austero. Durante su presidencia, donaba el 90% de su salario a organizaciones sociales y vivía en una modesta chacra en las afueras de Montevideo, rechazando las comodidades del Palacio Presidencial. Conducía un Volkswagen Beetle de 1987, que se convirtió en un símbolo de su rechazo al consumismo. “No soy pobre, soy sobrio. Pobre es el que necesita mucho”, solía decir.

¿Por qué México lo recuerda?

En México, la figura de Mujica resonó profundamente por varias razones. Primero, su mensaje de justicia social y crítica al capitalismo desenfrenado conectó con un país marcado por la desigualdad. Durante su visita a México en 2014, invitado por la UNAM para recibir el doctorado honoris causa, Mujica cautivó a estudiantes y académicos con su discurso sobre la necesidad de una educación pública que empodere a los jóvenes y combata la exclusión. “La verdadera riqueza de un país está en su gente, en su capacidad de pensar y crear”, afirmó en el Auditorio Alfonso Caso.
Además, su historia como exguerrillero y preso político evocó paralelismos con las luchas sociales mexicanas, desde el movimiento estudiantil de 1968 hasta las resistencias campesinas e indígenas. Mujica también expresó solidaridad con México en momentos clave, como su condena a la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en 2014, cuando llamó a “no bajar los brazos” frente a la injusticia.
Sus reflexiones filosóficas, transmitidas en entrevistas y conferencias, se viralizaron en redes sociales mexicanas. Frases como “No hay que vivir para trabajar, hay que trabajar para vivir” o “La libertad es tener tiempo para vivir” se convirtieron en lemas para generaciones que cuestionan el modelo económico y buscan un sentido más humano de la existencia.

Datos – legado
Política económica: Durante su presidencia, Uruguay mantuvo un crecimiento económico promedio del 5.7% anual, redujo la pobreza del 32.5% al 11.5% y la desigualdad (índice Gini) del 0.45 al 0.38, según el Banco Mundial.
Reformas sociales: Legalizó el matrimonio igualitario en 2013, despenalizó el aborto en 2012 y reguló la producción y venta de marihuana en 2013, un modelo pionero a nivel mundial.
Impacto internacional: Fue nominado al Premio Nobel de la Paz en 2014 por su contribución a la reconciliación y la democracia en América Latina.
Reconocimientos en México: Además del doctorado honoris causa de la UNAM, recibió la Medalla al Mérito Cívico Eduardo Neri en 2014, otorgada por la Cámara de Diputados.
Frases icónicas que perduran
Mujica era un orador sencillo pero profundo, capaz de condensar verdades universales en frases memorables:
“Si tuviera muchas cosas, tendría que ocuparme de ellas. La verdadera libertad está en consumir poco.”
Sobre el poder: “El poder no cambia a las personas, solo revela quiénes son en realidad.”
Sobre la humanidad: “No estamos condenados a ser egoístas. Somos una sola especie, y el planeta es uno solo.”
Sobre la política: “No vengo a vender soluciones mágicas, vengo a decirles que el mundo se cambia con trabajo, no con discursos.”

Un legado vivo

El fallecimiento de Mujica marca el fin de una era, pero su legado sigue vivo en quienes ven en él un ejemplo de coherencia entre el discurso y la acción. En México, su influencia se percibe en movimientos sociales, en la academia y en la juventud que busca un modelo de liderazgo más humano. Como él mismo dijo: “No se trata de cambiar el mundo de un día para otro, sino de empezar a caminar en la dirección correcta.”
En un mundo polarizado, donde la política a menudo se asocia con privilegios y corrupción, Pepe Mujica nos recuerda que el verdadero poder radica en la capacidad de vivir con dignidad y en armonía con los demás. México, junto con el resto del mundo, despide a un hombre que no solo gobernó una nación, sino que inspiró a millones a soñar con un futuro más justo.

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Por Yanis_R

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