En el ajetreo político de la Ciudad de México, donde las alcaldías son trincheras de poder y las voces opositoras luchan por resonar, Alessandra Rojo de la Vega, la recién electa alcaldesa de Cuauhtémoc, ha encendido una chispa que podría convertirse en un incendio. Bajo el lema “La Resistencia”, ha lanzado una convocatoria que no es solo un grito de protesta, sino un llamado estructurado a la acción colectiva para defender la democracia, la libertad y el futuro del país.
El Origen de un Llamado: De la Activista a la Alcaldesa
Alessandra Rojo de la Vega no es una figura nueva en el escenario público. Como activista feminista y defensora de derechos humanos, ha sido una voz crítica contra la violencia de género y la impunidad, ganándose un lugar en el Congreso de la CDMX antes de conquistar la alcaldía de Cuauhtémoc en las elecciones de junio de 2024, representando a la coalición opositora Va por México (PAN-PRI-PRD). Su victoria, con el 48% de los votos, fue un golpe simbólico en una demarcación históricamente disputada, donde derrotó a candidatos de Morena y se posicionó como una de las pocas bastiones opositores en la capital.
“La Resistencia” surge en este contexto de polarización extrema. Tras las elecciones presidenciales de 2024, donde Claudia Sheinbaum arrasó con Morena y sus aliados obtuvieron una mayoría calificada en el Congreso, Rojo de la Vega vio un “límite” en el avance de lo que califica como un “poder absoluto que destruye”. En un video publicado en X el 22 de junio de 2025, afirmó: “MORENA enfermó de poder. Y el poder absoluto… no construye, destruye. En 2027, no se trata de ganar elecciones. Se trata de recuperar el país. Que tiemblen los poderosos. Porque viene la resistencia.” Este fue el detonante, pero el llamado se formalizó el 4 de julio con un mensaje viral: “HASTA AQUÍ LLEGAMOS. QUE EMPIECE LA RESISTENCIA.” Invitaba a la ciudadanía a unirse a una asamblea el 31 de agosto en la CDMX, para “juntarnos y tomar decisiones” contra amenazas a la libertad.
¿En Qué Consiste “La Resistencia”?
El movimiento no es un partido político ni una simple protesta; es un llamado a la organización ciudadana horizontal. Rojo de la Vega lo describe como un “movimiento de mexicanos y mexicanas que ya despertaron”, abierto a todos los inconformes con el régimen actual. La convocatoria principal es una marcha y foro el 31 de agosto de 2025, en defensa de la democracia, los derechos y contra lo que denomina una “dictadura disfrazada”. El evento incluirá discusiones sobre reformas controvertidas, como la judicial y electoral propuestas por Morena, que opositores ven como un intento de centralizar el poder.
Para unirse, Rojo de la Vega ha compartido un formulario en Google Forms para registro y un canal de Telegram con miles de miembros, donde se coordina la logística y se comparte información. “La Resistencia nace del coraje y el coraje viene del corazón”, posteó recientemente, enfatizando su enfoque emocional y motivacional. No es una iniciativa conjunta con partidos tradicionales; es abierta, aunque ha generado roces con aliados como el PAN, y críticos la ven como un intento de Rojo de la Vega por crear su propia organización política.
En esencia, consiste en tres pilares:
Concientización: Alertar sobre el “avance de un poder sin límites”, como la reforma judicial que permite elegir jueces por voto popular, criticada por posibles influencias políticas.
Acción colectiva: Marchas, foros y asambleas para “recuperar el país” de cara a 2027, cuando se renovará el Congreso y varias gubernaturas.
Resiliencia ciudadana: Inspirada en figuras históricas como Cuauhtémoc, símbolo de resistencia indígena, que Rojo de la Vega ha invocado en conmemoraciones.
¿Tiene Pies y Cabeza? Un Análisis de Viabilidad
Sí, “La Resistencia” tiene bases lógicas, pero su éxito depende de factores externos.
Tiene “pies” en el descontento real: encuestas del INEGI muestran que el 45% de los mexicanos desconfía en las instituciones, y la oposición fragmentada post-2024 necesita un revulsivo. Rojo de la Vega, con 243,165 seguidores en X y un engagement alto (sus posts sobre la resistencia acumulan millones de vistas), capitaliza esto como una figura fresca, no atada a los vicios de los partidos tradicionales.
Tiene “cabeza” en su enfoque estratégico: no busca confrontación violenta, sino diálogo y organización, similar a movimientos como el #YoSoy132 en 2012 o la Marea Rosa en 2024. Críticos como Sheinbaum la minimizan, calificándola de “oposición sin propuesta”, pero esto podría galvanizar a más participantes. Sin embargo, enfrenta desafíos: bots y ataques en redes la acusan de oportunismo, y su rol como alcaldesa podría diluir su tiempo, especialmente con retos locales como la seguridad en Cuauhtémoc.
En un panorama amplio, México vive una era de transformación con Morena al mando, pero con grietas: inflación al 5.57% (Banxico, julio 2025), violencia persistente (más de 30,000 homicidios anuales) y reformas que dividen opiniones. “La Resistencia” podría unir a la oposición dispersa, pero si fracasa en atraer masas, quedará como un eco efímero. Comparado con movimientos globales, se asemeja al “Resist” contra Trump en EE.UU. (2017), que movilizó millones pero no derrocó al poder, o la “Resistencia Civil” en Venezuela, que ha erosionado al chavismo a largo plazo.
Un Panorama Amplio: Oportunidades y Riesgos
El llamado de Rojo de la Vega llega en un momento pivotal. Con Sheinbaum en la presidencia desde octubre 2024, y reformas como la eliminación de plurinominales en debate, la oposición necesita reinventarse. Rojo de la Vega, con su Gabinete Violeta (primero en México enfocado en equidad de género), posiciona “La Resistencia” como inclusiva, atrayendo a feministas, jóvenes y desilusionados de Morena. Pero riesgos abundan: polarización podría radicalizarla, y si se percibe como un vehículo personal (rumores de fundar un partido propio), perderá credibilidad.
En redes, el movimiento genera buzz: posts como “Cuando la injusticia se hace ley, la resistencia se convierte en un deber” acumulan miles de interacciones. Si el 31 de agosto reúne a miles, podría inspirar réplicas en otros estados; si no, será un capítulo más en la lucha opositora.
“La Resistencia” no es solo un hashtag; es un pulso a la sociedad mexicana. En un país donde la historia enseña que el cambio nace de la unión, Rojo de la Vega apuesta por el coraje colectivo. ¿Tendrá eco? El 31 de agosto lo dirá, pero una cosa es clara: en tiempos de poder concentrado, la resistencia no es opción, es deber.